20 de abril de 2024

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Agente de la Policía de Santa Fe condenado: les proveía droga a narcos y los protegía

Un agente de la Policía de Santa Fe y dos civiles fueron condenados por venta de droga. El oficial es Carlos Alberto Morgan y ya cuenta con otra sentencia, pero del fuero provincial, a 24 años de cárcel por haber integrado una banda que copó la comisaría de General Lagos y luego asaltó el banco Credicoop de esa localidad, todo en 2015.

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 de Rosario, integrado por Ricardo Moisés Vásquez –en carácter de presidente–, Otmar Pauluci y Eugenio Martínez Ferrero, condenó a las tres personas por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización en forma organizada. La resolución es del 9 de junio, pero acaban de conocerse los fundamentos del fallo.

Carlos Alberto Morgan recibió la pena de ocho años de prisión como coautor penalmente responsable de ese delito agravado por la intervención de tres o más personas organizadas para cometerlo y por la calidad de funcionario de la policía de Santa Fe. Además, se le impuso una multa de 4 mil pesos y se le ordenó la inhabilitación absoluta por igual tiempo al de la condena.

Morgan ya fue condenado en segunda instancia en 2019 a la pena de 24 años de cárcel por haber integrado una banda mixta –civiles y policías– que realizó en mayo de 2015 la toma de la comisaría de General Lagos y después el atraco al Credicoop de esa localidad. En primera instancia había recibido 20 años, pero la Cámara luego aumentó la cantidad de años. En ese juicio la fiscal provincial Viviana O'Connell también le atribuyó a la organización el asalto al Credicoop de la zona sur de Rosario ocurrido ese año.

Los otros dos condenados en el juicio federal fueron María Soledad Rechia y Victor Antonio Ruiz Diaz, que recibieron la pena de 6 años de prisión. Además, deberán abonar una multa de 338 pesos. Quedaron inhabilitados por el mismo tiempo de la sentencia.

Finalmente, los jueces también ordenaron el decomiso de 4.365 pesos y de la totalidad de los teléfonos móviles que fueron incautados en los procedimientos realizados en la causa.

En el juicio, que comenzó el 10 de mayo, participó la Fiscalía General Nº 2 ante los tribunales orales federales de esa ciudad, a cargo de Oscar Fernando Arrigo.

El inicio de la causa

La investigación se inició en octubre de 2015 en la Fiscalía Federal N° 2 de Rosario, a cargo del fiscal Claudio Kishimoto, a raíz de la remisión de actuaciones por parte de la fiscal Viviana O'Connell del Ministerio Público de la Acusación, que daban cuenta que dentro de una investigación por delitos de competencia ordinaria se detectaron conductas en infracción a la Ley de tenencia y tráfico de estupefacientes.

Como consecuencia del análisis de intervenciones telefónicas, se pudo establecer que Carlos Alberto Morgan, quien a la fecha se encontraba prestando funciones en la subcomisaría 26ª de Villa Gobernador Gálvez como personal policial, notificaba a distintas líneas telefónicas la presencia de personal policial por la zona donde brindaba protección, identificando generalmente a los miembros de la fuerza de seguridad como “bichos”.

De esta manera también se encontraron evidencias de que Mariela Soledad Rechia y Victor Ruiz Diaz se dedicaban a la venta de material estupefaciente mientras que Morgan les brindaba protección y proveía o abastecía la droga en determinadas ocasiones.

En su alegato, el fiscal Arrigo aseguró que a lo largo de la investigación se pudieron identificar numerosas comunicaciones que permiten identificar a Morgan cumpliendo un rol clave en la organización criminal. En tal sentido, indicó que el funcionario policial brindaba protección y aprovisionaba de material estupefaciente a distintas personas, entre ellos a Rechia y Ruíz Díaz.

El fiscal expuso que en la gran cantidad de llamadas entre Rechia y Morgan, en las que la mujer lo llamaba con los apodos “Negro” y “Negrito”, en varias ocasiones le pedía “fiados” o “mercadería”, a lo cual el policía le prometía que le podía conseguir.

También detalló en su alegato que Rechia le contaba a Morgan que tenía buena y mala mercadería, que a veces el “verde es muy feo, duro, que ni se puede fumar”, y que el policía le aconsejaba que “la mezcle”.

“El rol de Carlos Alberto Morgan en la organización era claro, ya que era el encargado de conseguir la mercadería en algunas ocasiones, como asimismo era quien oficiaba de custodio y como tal brindaba información dado su profesión de policía, comunicándose constantemente con los otros imputados”, aseguró el representante del Ministerio Público Fiscal (MPF).